Se cumplen 35 años de la tragedia de los Chamameceros
Se cumplen hoy 35 años de aquella tragedia vial ocurrida en la costanera de Bella Vista, donde un colectivo sin frenos cayó de trompa a las aguas del río Paraná y se cobró la vida de siete chamameceros y los dos choferes del micro.
Se conoció como la “tragedia de los chamameceros” en un hecho que enlutó a toda la familia de músicos que tiene heridas aún abiertas por ese luctuoso episodio. Eran integrantes de una selecta embajada de intérpretes que se hallaba de gira, y fueron reunidos para representar a Corrientes en Europa, (más precisamente en Niza, Francia) algo que finalmente jamás ocurría.
Ese día murieron ahogados Zitto Segovia, el “Gringo” y Michel Sheridan; Leónidas “Chango” Paniagua; “Yacaré” Aguirre, y Johny Behr; además de los choferes del colectivo José Toledo y Walter Blas Gómez.
La embajada chamamecera estaba integrada además por Carlos Miño y Ricardo «Tito» Gómez, quienes integraban el Grupo Reencuentro, junto a los fallecidos hermanos Sheridan y Santiago «Bocha» Sheridan quien no formaba parte ese día de la comitiva.
También Ricardo Scófano y Oscar Espíndola del Trío Corrientes junto al “Chango”.
Ese 8 de septiembre estuvieron en una emisora de radio de Bella Vista, donde promocionaban el mega show que tenían preparado, que incluía shows teatrales y de baile, preparados para un espectáculo que prometía convertirse en innovador.
El caso del cantautor Mario Bofill decidió a último momento bajar del colectivo e ir hacia otro lugar. El resto, abordó el micro para ir hacia la costanera de la ciudad, mientras esperaban por la gran actuación de la noche que se iba a realizar en el Club Juventud de esa ciudad.
La tragedia no dejó que nada más ocurriera.
“Musiquero que te fuiste, por la senda azul del agua, corazón chamamecero, que te volviste calandria; aquí estamos tus amigos, parados en la barranca, frente al remanso infinito, con estas flores del alma”, reza una canción escrita en honor a la recordada tragedia, por el ya fallecido padre Julián Zini, con música del sobreviviente de aquella nefasta jornada, Mario Bofill.