educación financiera

Falta de educación financiera en los jóvenes: problema con graves consecuencias

En la era digital, donde la información está al alcance de la mano, resulta paradójico que miles de jóvenes en todo el mundo carezcan de conocimientos básicos para tomar decisiones financieras responsables. Este déficit de educación financiera, como un iceberg invisible, oculta una realidad preocupante: jóvenes endeudados, con dificultades para ahorrar e invertir, y vulnerables a estafas y fraudes.

Las cifras hablan por sí solas:

  • Solo el 33% de los adultos en todo el mundo son financieramente alfabetizados, según un estudio de Standard & Poor’s (S&P).
  • En países desarrollados como Estados Unidos, el 57% de los adultos posee conocimientos financieros básicos, mientras que en países en desarrollo este porcentaje es mucho menor.
  • Según la OCDE, solo el 22% de los jóvenes en edad escolar tienen conocimientos financieros adecuados.

¿Qué significa estar financieramente alfabetizado?

Según Standard & Poor’s (S&P), una persona financieramente alfabetizada es aquella que responde correctamente al menos tres de cuatro conceptos financieros básicos:

  1. Inflación: La capacidad de comprender cómo el valor del dinero cambia con el tiempo.
  2. Diversificación: La idea de distribuir inversiones para reducir riesgos.
  3. Interés compuesto: El crecimiento del dinero a través de la reinversión de intereses.
  4. Riesgo-retorno: La relación entre el riesgo asumido en una inversión y el potencial de ganancias.

Cómo vimos en el primer dato, .2 de cada 3 adultos en todo el mundo, es decir, 3.500 millones de personas, carecen de conocimientos financieros básicos. Esto significa que la mayoría de estas personas, especialmente en países en desarrollo, no comprenden los principios financieros fundamentales que les permitirían tomar decisiones financieras informadas.

En los jóvenes, estos datos se acentúan y empeoran aún mas. En el 2022, Junior Achievement Argentina y el Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Di Tella, presentaron los hallazgos de la investigación «Los adolescentes y las finanzas. Conocimiento y hábitos en Argentina”, del cual se desprenden datos alarmantes pero tambien esperanzadores, dado que los jóvenes ven la necesidad y entienden que es importante la educación financiera.

En la mayoria de los estudios realizados al respecto, se desprende una sub-categoría de agrava aun mas el problema, que es que las mujeres cuentan con menor acceso a la educación financiera, tienen peor administración de sus recursos e incluso creen que los hombres pueden administrarlos mejor que ellas.

Las consecuencias de esta falta de educación financiera son graves y pueden ser duraderas:

  • Endeudamiento excesivo: Las personas con bajos conocimientos financieros tienden a endeudarse más, acumulando deudas difíciles de pagar.
  • Baja tasa de ahorro: No comprenden la importancia del ahorro y la planificación financiera a largo plazo, lo que afecta su capacidad para enfrentar emergencias y planificar su jubilación.
  • Mal uso de productos financieros: Eligen productos que no se adaptan a sus necesidades o que tienen costos ocultos y altas tasas de interés.
  • Falta de preparación para emergencias: No pueden afrontar imprevistos como enfermedades, desempleo o reparaciones costosas.
  • Problemas de salud mental: El estrés financiero puede causar ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.
  • Decisiones de inversión inadecuadas: Invierten en esquemas de alto riesgo o fraudes, perdiendo sus ahorros.
  • Son más susceptibles a estafas: Creen en gurúes que prometen mucha rentabilidad con poco riesgo.

¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?

Es necesario un esfuerzo conjunto desde diversos sectores:

  • Gobiernos: Implementar políticas públicas que promuevan la educación financiera en el sistema educativo formal y en programas para adultos.
  • Instituciones educativas: Incluir la educación financiera en los planes de estudio de manera transversal.
  • Organizaciones no gubernamentales: Desarrollar talleres, cursos y campañas de sensibilización sobre la importancia de la educación financiera.
  • Sector financiero: Brindar herramientas y recursos accesibles para que las personas puedan aprender sobre finanzas personales.
  • Familias: Fomentar la educación financiera en el hogar desde una temprana edad.

La educación financiera es una herramienta fundamental para que los jóvenes puedan construir un futuro próspero y sostenible. Invertir en su educación financiera es invertir en su bienestar individual y en el desarrollo de nuestras sociedades.

Resumen del articulo publicado por Debora Villalobo (especialista, MBA en finanzas)